domingo, 30 de septiembre de 2007

PERET

No me pierdo ni una película del ciclo de Peret. Las ponen en el canal de televisión "Somos". Peret está magnífico en estas películas. Hoy han puesto "El mesón del gitano". Peret lleva camisas transparentes y una pulsera de oro. Son películas de finales de los sesenta. Me encantan. En la película de hoy, Peret se lleva a sus ligues a Aranjuez. Es maravilloso, llevarse a las pibas a ARANJUEZ. Cómo me hubiera gustado ser amigo de Peret. Cómo me hubiera gustado trabajar de camarero en el Mesón del Gitano. Qué bien Peret. Lleva en la peli un SEAT 124 ranchera. Joder, cómo me hubiera gustada cantar como Peret, y llamarme VILET.

jueves, 27 de septiembre de 2007

BICHOS (Texto de la Exposición "Bichos"del Museo CDAN, en Huesca.)



Puede que los bichos sean mejores que los hombres. Veo almejas y aves llenas de colores. El amor es un color. Veo una pajarita. Tal vez haya gallinas, no me caen bien las gallinas: qué injusto soy con algunos bichos. Veo un pez. Adoro los peces. Los peces son amor, eso veo en “Conciliábulo” de Santiago Lagunas. Veo también una fiesta de bichos.
Los bichos están bien. El siglo XX apostó por los bichos. El Renacimiento apostó por el hombre; y Kafka lo hizo por las cucarachas. Un gato sostiene dos peces. Menchu Lamas dice que quien sostiene los peces es un hombre, pero yo creo que es un gato, un gato maravilloso, porque tiene topos en la cabeza y un ojo ciego.
El mundo es maravilloso. Roberto Matta pinta bichos extraterrestres que se convirtieron en motoristas, sacudidos por la velocidad. Sólo los motoristas metafísicos usan el amarillo y el rojo, el blanco eléctrico y el azul cósmico. Los bichos cósmicos de Matta están medio descuartizados porque viajan por el universo a la velocidad de la luz. Los bichos de Matta son medio transparentes, casi son de aire, casi son nada, como todo lo que viaja a la velocidad de la luz. Los bichos de Matta son algas acuosas salidas de la mente de un bicho delirante y gigantesco de cuyo nombre no quiero acordarme.
Pero llegamos ahora a la parte trágica: también están los bichos degollados, las sangrías, las picassianas cabezas de cordero con ojos que siguen abiertos a pesar de que ya no ven nada, o tal vez nunca vieron nada. Víctor Mira era un místico del sacrilegio. Pintó una cruz que se convirtió en un águila. Y pintó cruces rojas que se convirtieron en una manada de pájaros que viniendo desde la tierra oscura ascienden hacia un exiguo fragmento de cielo escasamente azul. ¿De modo que los símbolos también eran bichos? Exactamente, eso dice Mira. Los símbolos son bichos, feos bichos de goma roja. ¿Goma comunista? No, no creo. Ese rojo crucificado de Mira es amor derrotado. ¿No hay alegría en los bichos de Mira? No, no la hay. Por eso se mató. Las cruces de Mira son bichos santificados. Son aéreos recordatorios de que una vez el mundo fue sagrado, y ya no lo es. Los bichos-cordero de Mira son sufrimiento, dolor, tortura, engaño, tiranía, crucifixión. Los bichos cordero de Mira son mi corazón, mi desesperado corazón. Mira es desesperación, y yo también. Y tú también. Y todos somos desesperación. Lo que te pide la pintura de Mira es solidaridad: es decir, que te desesperes con él.
Y Karel Appel pintó un bicho humano. Lo que pintó Appel es al hombre elefante desnudo, con exhibición de un legendario miembro viril; un miembro claramente de obispo octogenario, un miembro que es como para devolvérselo al Hacedor diciendo “esto no es amor ni es nada”. El bicho de Appel tiene además un tumor en la sien izquierda, una protuberancia que debe de ser el alma. Porque el alma ocupa lugar. Ni aun siendo la novia de Frankenstein me daba una alegría con el colgajo de Appel. Dicen que San Juan de la Cruz también tenía una protuberancia en la sien izquierda, protuberancia clavadita al bicho de Appel. El bicho de Appel es un monstruo, pero todos somos monstruos.
Y, finalmente, Zush pintó un conejo-rata medio persa o egipcio que es nuestro semejante. Manos del conejo-rata y brazos y piernas del conejo-rata completamente humanas. Ese bicho parece un Rey. Su sexo es muy poco atractivo si es que tiene sexo. El bicho de Zush lleva en el estómago una puerta blanca, con un icono en donde se representa una rata: el eterno retorno de las ratas. Ay, los bichos-rata, que son un clásico del siglo XX. Zush piensa que somos ratas evolucionadas. Ratas que son Reyes.
Toda la historia de la humanidad se basa en el intento insistente de la filosofía en hacernos creer que somos algo más que animales. Y sin embargo, la pintura contemporánea insiste en vernos como animales, si bien animales de formas desconocidas. El conejo humano de Zush parece darnos la bienvenida a un mundo de formas mutantes. Las cruces voladoras de Mira nos recuerdan que Dios se ha dado el piro de este mundo. Es como si Dios hubiera dado orden a todas sus cruces de regresar al cielo, o a lo que queda de cielo. Eso pinta Mira: cruces voladoras, que son una manada de gorriones-bicho, regresando a lo Alto. Los dibujos animados de Roberto Matta me dan ganas de subir a una moto y, como Dios mismo, darme el piro yo también. Y Menchu Lamas me recuerda que pescar es una actividad ancestral. Me recuerda Lamas la vida triste de las Lubinas, condenadas a ser el segundo plato. ¿Cuántas veces he pedido Lubina en los restaurantes? Y la almeja inflamada de Lagunas me recuerda a la muerte, a una muerte deliciosa. La almeja inflamada, en cuyo interior hay sangre no humana. Somos bichos. Ojalá bichos enamorados, más que bichos aterrorizados.
Los pintores pintaron bichos porque pensaron que los bichos nos devolvían a nuestra esencia de animales prohibidos, de formas irresponsables. Los pintores pintaron bichos irresponsables de sus formas. La Historia pinta hombres irresponsables de sus actos.






OBRAS PICTÓRICAS:

SANTIAGO LAGUNAS
MENCHU LAMAS
ROBERTO MATTA
VICTOR MIRA
VICTOR MIRA
KAREL APPEL
ZUSH ALBERTO PORTA

lunes, 24 de septiembre de 2007

HABLA LA WEB Y POR LO QUE SE ENTIENDE ASÍ DA FIN A ESTA RARA HISTORIA

Por fin terminaron las aventuras hispánicas e inglesas de los dos hombres de Portugal, tan severamente juzgados por sus contemporáneos. Pero habéis de saber que estos dos hombres eran buenos. Querían ellos dos hacer justicia. Servir al bien y a la verdad. Si os hubiera sido concedido el contemplar cómo lloran todas las noches el Comisario y el Subinspector... lloran porque sienten en sus carnes el Mal que reina en el mundo a sus anchas; y el provecto Comisario y el joven Subinspector ya no tienen ni pistola para poder disparar contra los demonios de la tierra; esos demonios que son los que tienen en su poder a la inocente y buena y santa Madeleine MaCann. Y ellos dos, por fin, y no sin derrota interior, regresan a la patria, de la que nunca debieran haber salido. Y yo cierro esta historia y os doy un beso de buenas noches. Puede que mi pluma no tenga talento, pero mi corazón está lleno de amor al prójimo. Que el santo advenimiento os acompañe y que el mismisimo Creador guarde de los dragones de la tierra a la sinpar Madeleine MaCann, la única inocente, la niña por la que yo rezo con el estro divino en mis manos dobladas por la vida. Volved, oh, policías, que vuestro trabajo ha sido entendido allá en los Cielos. Y la niña Madeleine os manda un beso.

domingo, 23 de septiembre de 2007

REGRESAMOS A LA PATRIA PORTUGUESA. HABLA, POR FIN, EL COMISARIO.







Regresamos a la patria, regresamos a Portugal. Hemos tenido que vender en el mercado negro nuestras armas reglamentarias (en la foto: la de arriba mi pistola; la de abajo la del subinspector), para poder pagarnos el billete de autobús (Eurolines). Atravesaremos España, desde aquí saludamos a todos los españoles y nos cuadramos militarmente, aunque ya no tengamos pistolas, ante su Majestad el Rey, que es también -de alguna manera- nuestro Rey (foto de muy arriba). Ay, si nosotros tuviéramos un Rey así, entonces seguro que hubiéramos encontrado a Madeleine, e incluso al Rey Sebastián, y no hubiéramos tenido que vendernos las pistolas.
Regresamos sin armas a la patria.
Regresamos humillados y ofendidos, como Dostoievski.
Pero desde lo más hondo de nuestro corazón, y con el último grito decimos ¡Viva Portugal! ¡Viva Juan Carlos I! ¡Viva Inglaterra! ¡Viva Shakespeare!
La vida es buena. Os damos un beso.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

CARTA (O EMAIL) AL PADRE DEL SUBINSPECTOR VILAS




Padre, esto no es vivir. Fíjese en la foto que le adjunto: es nuestra habitación en un barrio del norte de Londres (Bounds Green). Esto es lo que nos paga el gobierno portugués. Como ve por la foto, tenemos que compartir habitación con dos inmigrantes rumanos que trabajan en la construcción. El Comisario duerme arriba o abajo, claro. Y ronca. Y como está todo el día de mala hostia, me pega. Porque el Comisario ronca, pero los rumanos tienen flatulencias nocturnas de gran envergadura. Los dos son muy grandes, yo creo que esa litera acabará hecha trizas, y uno de ellos es negro y tiene un falo gigantesco, ay, padre mío. Y el Comisario se cabrea y me echa a mí la culpa, dice que no nos pagan las dietas porque se me olvidó poner la dirección, ¿pero qué dirección? De Madeleine ni nos acordamos, pues estamos todo el día yendo a correos a ver si nos llega la dieta. Diez horas de guardia en la Post que dicen aquí. ¿Quién va investigar nada así? Y cuando llegamos por la noche a la habitación, el Comisario se pone a fregar el suelo, le ha entrado esa paranoia, y fíjese cómo reluce el suelo, porque el Comisario dice que somos policías pobres, pero limpios, y en eso sí que lleva razón. Padre, el mundo es mentira y la policía portuguesa una mierda. Padre, me la pela la investigación y el caso de los MacCann me importa un pimiento portugués o británico, total todos somos europeos, ¿o no, padre? Un gran abrazo de su hijo que le quiere, V.

domingo, 16 de septiembre de 2007

NO COBRAMOS LAS DIETAS



Según ha manifestado el subinspector Vilaç, hace semanas que el gobierno portugués ha dejado de pagar las dietas tanto al subinspector Vilaç como al Comisario Gonçales. Los dos altos cargos de la policía lusa se ven obligados a comer y cenar en MacDonald´s. Además, según han revelado estos policías, se han visto obligados a trasladarse a Londres (con objeto de investigar el círculo de amistades de los MacCann) en autobús de línea ("Eurolines"). Y el comisario Gonçales sufre un fuerte dolor de espalda. Encima, no tienen alojamiento en la capital inglesa. Estos hechos revelan el estado de precariedad económica de la policía científica portuguesa. "Mientras los de Scotland Yard comen de lujo y se beben buenas pintas de cerveza inglesa, el comisario y yo tenemos que morir al palo de una Bigmac con cocacola", ha declarado el subinspector Vilaç, quien también ha recordado con nostalgia los días pasados en Zaragoza, en donde el alcalde Belloch los invitaba todos los días a comer en estupendos restaurantes, como "El Cachirulo" y "La marea". En este sentido, Gonçales ha afirmado que la pista pilarista fue abandonada con excesiva premura. Y no descarta su reanudación.

sábado, 15 de septiembre de 2007

La policía portuguesa abandona la pista pilarista





El Subinspector Vilaç y el Comisario Gonçales (fotografía inferior) se marcharon de Z a última hora de ayer, con destino Londres. La pista zaragozana se desmorona. Los dos altos cargos de la policía lusa agradecieron al alcalde de Zaragoza la inestimable ayuda técnica. Según se ha sabido, los policías portugueses han recibido órdenes de trasladarse a Londres, con el fin de interrogar a los amigos de los MacCann. Scotland Yard quiere colaborar estrechamanete con el Subinspector Vilaç y el Comisario Gonçales y para eso ha puesto a su disposición el perro Diógenes (fotografía superior), especialmente adiestrado para pasar desapercibido entre los muertos.

viernes, 14 de septiembre de 2007

JUAN ALBERTO BELLOCH COLABORA CON LA POLICIA PORTUGUESA




El Ayuntamiento de Zaragoza ha proporcionado a los dos investigadores portugueses que se desplazaron desde el país vecino hasta nuestra ciudad un importante equipo para que puedan realizar su trabajo de investigación del posible paradero zaragozano -en concreto, las proximidades de la Basílica de El Pilar- de la niña inglesa Madeleine MacCann. El equipo donado por Juan Alberto Belloch consiste en un coche patrulla (foto superior), dotado con los últimos avances tecnológicos, y de un perro llamado Golo (foto inferior), especialmente adiestrado para tareas de búsqueda de desaparecidos.

jueves, 13 de septiembre de 2007

La policía portuguesa busca a Madeleine MaCann en las proximidades de El Pilar.



Un subinspector provincial (izquierda en la foto) y un comisario jefe (derecha de la foto) de la policía portuguesa se han desplazado hasta Z con el objeto de investigar un posible paradero zaragozano de la niña Madeleine.
En la fotografía aparecen los dos policías portugueses delante de El Pilar. Esta mañana, los dos cargos de la policía portuguesa han hablado amistosamente con la prensa zaragozana. El subinspector, que hace las veces de ayudante del comisario, habla español perfectamente.
El alcalde de Zaragoza Juan Alberto Belloch ha recibido a ambos cargos en audiencia privada, cuyo contenido no ha trascendido.

martes, 11 de septiembre de 2007

TRIPTICO DEL DOLOR

1.- Kate no se desmoronó en el interrogatorio del pasado viernes. Un interrogatorio de once horas. La policía portuguesa pensaba que se desmoronaría y confesaría su participación en la desaparición de Madeleine. No se desmoronó porque tiene dos hijos más. Por sus otros dos hijos, aguantará más allá del bien y del mal.

2.- La policía portuguesa –es obvio- me necesita. Cobro poco: alojamiento (habitación con baño, austera, sin lujos) y comida de menú de 7 euros. El café me lo pago yo. Madrugaré. Aprenderé portugués. Necesitan un especialista en Kierkegaard. Sólo un especialista en Kierkegaard resolverá el caso. Llamadme ya. Iré aunque sea andando. Con Kierkegaard en el bolsillo.

3.- Avance de la teoría de la espiral simbólica: pérdida de trabajo, pérdida de status profesional, pérdida de posibilidades educativas de los gemelos en un futuro, pérdida de la amistad, pérdida de la familia. Y la última pérdida: pérdida de los dos hijos vivos, que pasarán al mundo feliz de los servicios sociales ingleses. Por tanto: Madeleine fue raptada. La culpa: la espiral simbólica. La culpa: TODOS NOSOTROS.

La policía portuguesa

Sinceramente, y sin ánimo de ofender, creo que la manera de llevar el caso de Madeleine MacCann por parte de la policía portuguesa es lamentable. Sigue sin aparecer el cadáver, y como sabe cualquier estudiante de primero de criminología, en tanto no haya cadáver no hay delito. Las pruebas de ADN han sido obtenidas todas en laboratorios británicos, ¿no hay laboratorios en Portugal? Es muy posible que los MacCann sean culpables, pero dudo mucho de que la policía portuguesa logre desmostrar esa culpabilidad. La policía portuguesa es culpable de no saber demostrar la culpabilidad de los culpables.
Y sigue sin haber una teoría sólida sobre lo esencial: no es verosímil que en el plazo de una hora se tomasen tantas decisiones, ni que se pudiera esconder un cadáver en tan poco tiempo. Creo que la policía portuguesa necesita un médium. También creo que los MaCann son más tenaces que la policía portuguesa. Y creo que el ministro del interior portugués debería dimitir inmediatamente.
Lo excelente sería que ahora apareciese Madeleine, viva y tranquila. Y que los restos de sangre hallados en el apartamento y en el coche de los MaCann fuesen de Diana de Gales.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Los MacCann. Decálogo segundo.


1.- La entereza británica de Kate MacCann frente a la cursilería latina.

2.- El cadáver de Madeleine, ¿dónde está? En tanto no aparezca, no hay nada.

3.- La vida maravillosa que dejaron los MacCann en Inglaterra.

4.- ¿Siguen haciendo el amor?

5.- La delgadez de Kate.

6.- La sangre de Madeleine y los perros.

7.- Las 14 botellas de vino que bebieron los MacCann y sus amigos aquella noche. ¿Pudo ser vino del Somontano? Tal vez Enate. Tal vez Viñas del Vero. Confieso que este extremo anula mi descanso nocturno.

8.- Cariño, van a ser unas vacaciones maravillosas: en la playa, en medio del buen tiempo.

9.- Los manuales de cardiología.

10.- La destrucción de un cuerpo de 20 kilos, con ojos abiertos, y el terror finalmente con nosotros, a nuestro lado.

sábado, 8 de septiembre de 2007

Madeleine desaparecida. Decálogo.


1.- Kate MacCann es una mujer muy hermosa: es lo primero que un hombre de bien debe decir ante esa señora. Su hermosura es de las más altas de la tierra. Es una hermosura más allá de las hermosuras medias. La poesía es irrelevante en un caso judicial.

2.- El misterio de Kate MacCann es aún más hermoso que su hermosura física.

3.- La policía portuguesa es una buena lectora de Kafka.

4.- Los perros especialmente adiestrados han olido restos de cadáver. Yo tengo perro. Los perros son verdaderamente unos animales peligrosos: lo saben todo. El mío lo sabe todo. Menos mal que no hablan, los perros. Y esencialmente el mío.

5.- Portugal es un país dependiente del Reino Unido. En el imaginario histórico lo que procede es que Portugal declare culpable de la desaparición de Madeleine a la esencia británica.

6.- El penalista que representa a los MacCann lleva un traje impersonal, es moreno y no tiene luz en los ojos. Pero conoce la trama. Padece sobrepeso. Calculo que le sobran 7 kilos justos.

7.- Pessoa quería ser inglés, y veo la mano de Pessoa en todo este asunto de la desaparición de Madeleine.

8.- Madeleine es mi hija. En eso se fundamenta el mundo: en un discurso de padres e hijos desaparecidos.

9.- Da igual que Kate esté implicada en la forma que sea. Ella es inocente. Recordad el caso de Abraham. Aunque sea culpable, es inocente. Y creo que es culpable. Cuanto más culpable, más inocente.

10.- Bibliografía: Kierkegaard.

viernes, 7 de septiembre de 2007

CIRCULAR 07 Las afueras


"Antes, la gente lloraba en los tanatorios. Ahora, es rarísimo verlo, los familiares apenas echan un par de lágrimas, pero a veces pienso que lo hacen para que parezca que están tristes. No digo que no lo estén, sólo que, para que nadie sospeche algo raro, se muestran deliberadamente afectados. No me mire así. Es cierto. A nadie le importan ya nada los demás. Y si están muertos, menos".

Vicente Luis Mora, Circular 07, Córdoba, Berenice, 2007, p. 27.

LOS COMANDANTES HERMOSOS

Foto: Melendo

jueves, 6 de septiembre de 2007

SARKOZY



Es evidente que a Sarkozy no le gusta España. Puede ser que se lo haya dicho Bush: machaca un poquito a Zapatero. Y puede ser que a Bush se lo haya dicho Aznar: George, dile a Sarkozy que le tire piedras europeas a Zapatero. Pero darle a Zapatero es darnos a nosotros, a los españoles, pero Aznar ya no se acuerda de que existen los españoles. Lo que está claro es que Sarkozy no quiere que España entre en el G-8. Si hubiera sido al revés, si Zapatero hubiera hecho semejante desaire vecinal a Francia, estaríamos ahora temblando napoleónicamente. Sarkozy es un napoleoncillo, sí. Francia sabe que tiene los días contados, por eso se le ha ocurrido meter a México en el G-8, para disimular de cara al gigante hispánico de cien millones de almas. Si yo hubiera sido un Sarkozy cachondo hubiera propuesto que en el G-8 entrase Cuba. Eso hubiera hecho Sartre, pero Sartre ya no está. No solo no está, sino que parece que nunca estuvo. En realidad, lo que se va a dirimir de aquí a diez o veinte años son las lenguas. Está claro que el inglés reinará por lo menos cien años más, o doscientos. Lo que le pasa a Sarkozy es que sabe que el francés se hunde, eso sí, muy poco a poco. Los alemanes saben que tienen a Kant y a los Mercedes: en eso confían, pero su lengua también envejece. El chino no les interesa ni a los chinos. Queda la segunda plaza libre. Queda el segundo idioma. Todo el mundo pensaba que sería el francés, como siempre, pero están esos mexicanos que se reproducen con fuerza misteriosa y que acabarán teniendo tecnología y mercado. Sarkozy quiere que ese segundo idioma no sea el español. Yo si fuese Sarkozy también querría lo mismo. Sarkozy le ha declarado la guerra a la expansión del español, y le irá bien.
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Columna publicada en "Heraldo de Aragón", 5-septiembre-2007
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miércoles, 5 de septiembre de 2007

RESPUESTAS A LA ENCUESTA DE VICENTE LUIS MORA.



1) Censura y libertad de expresión. En varios congresos a los que últimamente he asistido, he visto cómo se lanzaban voces críticas alertando del recorte generalizado contra la libertad de expresión. ¿Qué pensáis de eso? ¿Creéis que es cierto?

Creo que es completamente cierto. Lo ingenuo era pensar que con la democracia iba a terminar la censura. La antología de narrativa “Golpes. Ficciones de la crueldad social” preparada por Fernández Porta y Muñoz Álvarez padeció esa censura. Sucede que a la censura ahora se la llama “gusto literario” o “calidad literaria”. Como era de esperar, la censura cambia sus estrategias y sus nombres. Algunos sólo saben verla con su rostro antiguo, de ahí que vivan tan tranquilos. 2) ¿Crees que la literatura tradicional tiene tantas posibilidades para agrietar la manipulación como las nuevas tecnologías? ¿Cómo lo harías? ¿Cómo lo haces? ¿Lo haces?


Creo que la literatura en estado salvaje sigue siendo tan perturbadora como lo fue con Joyce y Kafka. Lo hago de este modo: buscando siempre los límites morales y formales. ¿Quién se ha leído entero “Paradiso” de Lezama? Yo lo he hecho. Lezama es Dios, y encima padecía obesidad y estaba asmático. Nosotros estamos sanos, tenemos ordenador y no vamos a escribir “Paradiso”, de momento. Lezama era católico, claro.3) ¿Qué formas de autocensura te has impuesto? ¿Cuáles crees haber detectado en otros?

Creo que ninguna que sea sustancial. Pero sí, por ejemplo ,cuando escribo para periódicos busco una selección léxica que, en realidad, es autocensura. En otros escritores: la fidelidad narrativa al planteamiento, nudo y desenlace, por ejemplo, que es una fidelidad que a mí me parece muy aburrida e intelectualmente reaccionaria.4) ¿Escribirías sobre pederastia o violaciones? ¿Podrías adoptar el papel del agresor e intentar comprenderlo, como ha hecho Updike con el terrorismo islámico? ¿Por qué sí? / ¿Por qué no?
Si literariamente fuese necesario, sí. Me gustaría que hubieses preguntado también si escribiría sobre santos católicos. La respuesta: sí. Quiero escribir sobre Monseñor Escrivá de Balaguer, ando en ello. Puedo escribir sobre cualquier cosa si me dejan. El problema no soy yo. Yo, como escritor, soy tan pobre que por no tener no tengo ni vergüenza. Escribiría sobre todo. Todo es importante. Ahora estoy escribiendo sobre Miguel Ángel Blanco, y me gustaría hacerlo sobre su hermana.
5) ¿Cambiarías un libro tuyo, alterando alguna parte sustancial, por dinero o para facilitar su publicación? ¿Lo has hecho alguna vez?

Creo que no lo haría, pero nunca se ha dado el caso. ¿Cuánto dinero? El problema no es el concepto de dinero sino LA CANTIDAD.

6) ¿Cuál es tu público? ¿Para quién crees que escribes? ¿Te haría dudar el que una persona detestable dijera sinceramente admirar tus libros? ¿Cambiarías de forma de escribir si al conocer a tu lector medio éste resultase ser un gilipollas?

Mi público suele ser gente más joven que yo, eso lo sé porque me lo dice mi editor Sergio Gaspar. Gaspar siempre dice la verdad. Es un oráculo. No me haría dudar que mis lectores fuesen detestables, al contrario: me gustaría. Cuánto más detestables mejor. Me iría a cenar con ellos, y me haría tan detestable como ellos. No, no cambiaría mi forma de escribir por eso. Mi forma de escribir solo la puede cambiar Dios o Cristo; y Mahoma también, y Madona también y Maradona también.7) Si el proceso de escribir un libro te resultase autodestructivo, o dañino, o pudiera dañar, por tu obsesividad al escribirlo, a tu familia, ¿lo terminarías? Si escribieras un libro sobre tu entorno familiar o afectivo que pudiera herir profundamente a alguien que quieres, ¿esperarías a su muerte para publicarlo?

Mi padre se cabreó conmigo cuando leyó algunas páginas mías. No es que se cabreara exactamente, sino que se entristeció mucho, y eso es peor. He escrito sin importarme el daño, empezando por mi mismo, y no lo digo con orgullo, lo digo con pesadumbre.
No, no esperaría a su muerte. Tampoco me importaría morirme yo antes.8) ¿Crees que la literatura tiene o debe tener intenciones políticas? ¿Por qué? ¿La tuya las tiene? ¿Cuáles? Un escritor progresista cuya obra no evoluciona, ¿es un escritor progresista? ¿Es posible un escritor conservador en lo político y vanguardista en lo literario? ¿Crees que hay relación entre el posicionamiento ante la tradición y la ideología del escritor?

Creo que todo tiene intenciones políticas. Porque la realidad del mundo es una realidad política. Mi literatura es literatura política. Joyce hizo política. Y Kafka también. Hasta Cernuda hizo política, y mucha por cierto. Mis relatos y mis poemas hacen política. Si tuviese un partido político, me presentaría a las elecciones.
La visión estrecha de la política es un error. Respirar es política. Ducharte por la mañana es política. Comer es política. Ir en bicicleta es política. Cuando Cernuda escribe contra Dámaso Alonso, ¿qué hace sino política?

Si tu obra no evoluciona, estás muerto.
Sí, es posible: Cela, por ejemplo. Es el escritor español más revolucionario de la segunda mitad del XX. Muñoz Molina no creo que corra nunca los riesgos que corrió Cela, por ejemplo. Ni Millás tampoco los correría, por decir nombres. Cela tuvo la suerte de que era popular, y eso lo salvó de la marginación, pero su literatura es la de un suicida. “Cristo versus Arizona” es una novela que vendió doscientos mil ejemplares en dos meses: es el milagro de Cela, su inmensa suerte. Manuel Derqui no tuvo la misma suerte con “Meterra”.
“2666” no se hubiera publicado en un solo volumen si Bolaño no se hubiese muerto. La suerte importa aquí, y eso es desesperante.

Sí que hay relación: entender la tradición literaria es un entendimiento literario, sí, pero también lo es histórico y político. Y creo que cada vez más miro la tradición literaria desde una óptica exclusivamente política, porque esta óptica es la más pura.

9) ¿Hay algún tema sobre el que no se puede escribir? ¿Hay algún tema que no puede tomarse a broma, o sobre el que no se puede adoptar actitudes irónicas en ningún caso? ¿Cuál o cuáles?

Hay infinidad de temas sobre los que nadie se atreve a escribir. Pero fundamentalmente hay uno: escribir desmontando lo ya escrito: esto está prohibido.
No se puedo uno reír del lenguaje literario que sustenta nuestra percepción de la institución literaria, por ejemplo.
No se pueden derribar clásicos vivos, por ejemplo. Es más peligrosa la institución literaria que la policía nacional y la judicatura apostólica y romana. Los escritores formamos nuestra pequeña comunidad y tenemos reglas que acaban influyendo en lo que escribimos. La literatura en España es hacer carrera, y hacer carrera tiene mandamientos.
10) ¿Qué confianza tienes en tu obra? Si nadie quisiera publicarte y estuvieras inédito durante 10 años o más, ¿seguirías escribiendo sistemáticamente? ¿Qué podría hacer que dejaras de escribir de modo definitivo?


Tengo confianza en mi obra, pero es una confianza pudorosa, íntima y privada; pero sí tengo confianza pública en la obra de otros escritores. Sí, seguiré escribiendo hasta que me muera. Y si no me publican, seguiré escribiendo igual, y mejor.
Un balazo en la nuca, con eso lo dejaba.

lunes, 3 de septiembre de 2007

EN CASA DE LEZAMA LIMA




Cuando hace unos días visité la casa museo del escritor cubano José Lezama Lima en La Habana Vieja lo primero que pensé es en lo difícil que sería para un asmático como Lezama convivir con el clima húmedo de La Habana sin entregarse a la molicie definitiva. Entré en la casa casi con vértigo histórico. La casa de Lezama de la famosa calle Trocadero es una casa humilde. Hacía mucho calor, y yo pensaba en la obesidad de Lezama, y en su asma, y en su afición a fumar profundos Cohíbas. Cuando entré en el cuarto que fue el despacho de Lezama Lima lo primero que miré fue el techo: quería saber si había ventilador, y no lo había. Sin ordenador, sin aire acondicionado o un buen ventilador, con asma y con obesidad, ¿cómo demonios se puede escribir una novela como la voluminosa “Paradiso”? Porque “Paradiso” es, antes que nada, seiscientas páginas escritas con turbulento amor extremo a la lengua española (aquí no podemos hablar si queremos ser históricamente un poco serios de “castellano”), con arrebatados laberintos de memoria, poesía y sueño, seiscientas páginas de enigmas humanos, seiscientas páginas de literatura en estado terminal. Y yo me pregunté, allí, en ese despacho de la calle Trocadero, que cómo pudieron ser escritas tantas páginas en ese cuarto tan salvajemente caliente, en ese horno en donde el aire era humo denso de tabaco cubano. Se me antojó la literatura una tarea física. Un esfuerzo para hombres duros. Pensé en Tolstoi, en Galdós, esclavos de las palabras, escribiendo a mano, destrozados los dedos índice y pulgar, gente que lo mismo descarga un camión de polvorientos ladrillos que escribe “Fortunata y Jacinta”. Ya nadie quiere trabajar en esas condiciones. No tiene sentido, eso pensé. Hoy no tiene sentido una vocación tan bárbara como la que llevó a Lezama Lima a escribir “Paradiso” sin que nadie se lo pidiera, y sobretodo, sin que nadie le diera un duro por el libro.
La máscara mortuoria de Lezama se exhibe también aquí, junto con recuerdos familiares: muchas fotos de Lezama con su madre. Los imaginé a los dos, junto con la mujer de Lezama, compartiendo los estrechos pasillos del habitáculo. No me quisieron enseñar el retrete, para mí fundamental en una casa de escritor. Pero, según se me explicó, el retrete no formaba parte de la casa museo. Indagué más sobre el retrete. Se me volvió a decir que ahora ya no existía como tal y que lo habían transformado en un pequeño almacén para guardar cajas. Quise ver el pequeño almacén. No pudo ser. Me hubiera gustado visitar el lugar en donde Lezama se retiraba de la vasta encomienda literaria que le otorgaron los ángeles con cabeza de perro y le daba al mundo el vasto latigazo de la evacuación de su cuerpo infernal. Pobre Lezama, pensé. Enterrado en ese despacho, con treinta grados de temperatura y noventa por ciento de humedad, sin ventilador, sin dinero, sin palacios, sin destino. Solo con su vocación irremediable. Solo fumando puros destructores y definitivos. Padre Lezama Lima, ya no existen vocaciones así. El mundo no está para palabras raras.
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Artículo publicado en "ABC", 2-Septiembre-2007

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