lunes, 30 de enero de 2012

SEVILLA Y MÁLAGA: PRESENTACIONES DE "LOS INMORTALES"

Sevilla: 31 de enero, martes. Presenta: Juan Bonilla. 8 tarde. Biblioteca Pública Infanta Elena.

Málaga: 1 de febrero, miércoles. Presenta: José Antonio Garriga Vela. 8 tarde. Centro Andaluz de las Letras.

jueves, 19 de enero de 2012

"ESPAÑA" EN EDICIÓN DE BOLSILLO (PUNTO DE LECTURA, 2012).

Acaba de salir a la venta la edición de bolsillo de "España".

martes, 17 de enero de 2012

SAN VILAS, POR LUNA MIGUEL

Me encanta este fragmento del texto que ha escrito Luna Miguel en su blog:


"Cuando mencionas a Manuel Vilas siempre sale alguien que dice “qué buen tío”. Y es que es cierto. Todo el mundo lo sabe. ¿Manuel Vilas? Este buen tío. ¿De Zaragoza, no? Más o menos. Sí. Qué buen tío. Cómo son los de Huesca. Qué bonachón el tío. Sí. Sí. Y entonces me pregunto ¿cómo es que en un mundo tan hostil como el de la literatura puede existir alguien como Vilas? Qué razón tuvo al autodenominarse Santo. Su palabra trae la paz. Su literatura: la felicidad eterna. Pues es curioso cómo al leerle uno también piensa “joder, qué buen tío”. Y así, Manuel Vilas inaugura un género literario que a pocos se les podría aplicar, a muy pocos, de hecho, La Literatura de la Buena Gente".

LUNA MIGUEL Y "LOS INMORTALES"

http://lunamiguel.blogspot.com/2012/01/los-inmortales-aquellos-buenos.html

EL ESCRITOR ALEJANDRO GÁNDARA ESCRIBE SOBRE "LOS INMORTALES"

http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/escorpion/2012/01/16/la-sonrisa-de-la-inmortalidad.html

martes, 10 de enero de 2012

UN FRAGMENTO DEL INICIO DE "LOS INMORTALES" EN DONDE UN PERSONAJE LLAMADO SAAVEDRA DIALOGA SOBRE LOS VALORES GRAMATICALES DEL "SE"

—No me llames Miguel, llámame Saavedra, mi segundo apellido, es el que uso desde hace unos cuan­tos años, demasiados años, me gusta mucho Saavedra, pero aún me gusta más SA a secas, llámame SA, y cuan­do lo escribas, pon la «a» con mayúscula para que no se confunda con el pronombre «se», tan frecuente en el español; ese «se» que, por otro lado, vuelve locos a los gramáticos porque tiene usos variopintos y oscuros; me cae bien ese «se», tan español, y en el fondo tan brutalmente latino; es increíble la cantidad de funcio­nes gramaticales que tiene encomendadas ese pronom­bre «se»; yo diría que es la palabra más enigmática del español; me gusta cuando aparece con valor reflexivo, pero también en las llamadas pasivas con «se», donde ya no hace de pronombre, y también en las impersona­les del tipo «En España se bebe mucho», donde tam­poco es pronombre. Nadie sabe muy bien qué es o en qué se convierte cuando no hace de pronombre, una especie de criatura gramatical enigmática y maligna. Es fascinante. El «se» es una criatura mutante. Por eso, llá­mame SA, y la «a» con mayúscula, una buena A, gran­de y firme, para que no haya colisión con esa superpa­labra. El español es una lengua inventada por el Diablo. Todos somos seres inventados por el Diablo, o por Dios, y su mismísimo hijo Jesucristo, da lo mismo.

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MV, Los Inmortales, Alfaguara, págs. 16-17.

domingo, 8 de enero de 2012

UN POEMA DE RAYMOND CARVER TRADUCIDO POR ROGER WOLFE

MIEDO

Miedo de ver un coche de la policía pararse delante de casa.
Miedo de dormirme por la noche.
Miedo de no dormirme.
Miedo de que resurja el pasado.
Miedo de que el presente emprenda el vuelo.
Miedo al teléfono que suena en medio de la noche.
Miedo a las tormentas eléctricas.
Miedo a la mujer de la limpieza que tiene un grano en la mejilla.
Miedo a perros de los que me han dicho que no muerden.
Miedo a la ansiedad.
Miedo de tener que identificar el cadáver de un amigo.
Miedo de quedarme sin dinero.
Miedo de tener demasiado, aunque la gente no se lo crea.
Miedo a los perfiles psicológicos.
Miedo de llegar tarde y miedo de llegar el primero.
Miedo a la letra de mis hijos en un sobre.
Miedo de que mueran antes que yo, y me sienta culpable.
Miedo de tener que vivir con mi madre en su vejez, y la mía.
Miedo a la confusión.
Miedo de que este día acabe con una nota triste.
Miedo de despertarme y ver que te has ido.
Miedo de no amar y miedo de no amar lo suficiente.
Miedo de que lo que amo tenga consecuencias fatales para aquellos a
los que amo.
Miedo a la muerte.
Miedo de vivir demasiado tiempo.
Miedo a la muerte.
Eso ya lo he dicho.